Todos nuestros vinos son de un carácter artesano y exclusivo, por ello nuestra elaboración es totalmente cuidadosa, siempre teniendo claro que la mayor parte de ella tiene lugar en el viñedo, y en bodega solo se termina de hacer un trabajo que comenzó el año anterior en el campo.
Las viñas de la Finca Casalta son cultivadas en ecológico, con una gestión respetuosa donde el mayor protagonista es el viñedo, y en la que sólo se mantiene la uva que es capaz de madurar en óptimas condiciones.
Casalta es un lugar con unas condiciones especiales donde se produce una conjunción perfecta entre clima, suelo y variedad. Con una diversidad de suelos que van desde arenosos hasta arcillosos con roca calcárea, multitud de exposiciones que ofrecen maduraciones diferentes y una altitud de 1000 metros sobre el nivel del mar que favorece una moderación muy considerable de la temperatura nocturna, alargando el tiempo de maduración y manteniendo la acidez natural de la uva.
Con una edad media del viñedo de hasta 60 años, las diferentes parcelas fueron plantadas con un mosaico de variedades que van desde la garnacha tintorera más habitual en la zona, a variedades internacionales como la Pinot Noir o la Petit Verdot, variedades difíciles de cultivar fuera de su hábitat que sin embargo han conseguido adaptarse perfectamente al terroir de Casalta.
En la bodega, situada a pie del viñedo, sólo utilizamos la uva procedente de la Finca Casalta, y se vinifica en pequeños depósitos para diferenciar estilos por tipo de suelo y variedades, y conseguir así una mayor representación de cada terruño dentro de la Finca.
Tiene certificación ecológica y se elabora de la manera más respetuosa y honesta, tratando de intervenir el mínimo posible y dejando que el vino, que en su mayor parte se ha creado en el viñedo, exprese al máximo su identidad.