Las semillas de chía contienen el mayor porcentaje de ácido graso alfa linolénico, de la familia de los Omega-3: ácidos grasos esenciales poliinsaturados que el organismo humano no puede fabricar a partir de otras sustancias y, por tanto, tiene que aportarlas a través de la alimentación.
Contiene fibra y proteínas. Contiene vitaminas del grupo B, responsables del proceso de transformación de azúcares y del normal mantenimiento del sistema nervioso.
Contiene minerales, especialmente Calcio, Fósforo y Magnesio. Aporta Selenio, cuya función es proteger las células de los radicales libres y mantener elasticidad de la piel. Baja en sodio.